Paul Souders es un fotógrafo de
vida salvaje que ha viajado alrededor del mundo documentando diversas
especies en sus hábitats naturales. Parte de sus fotografías más
interesantes provienen de los medio ambientes más extremos de la tierra:
los polos. Desde los icebergs del Ártico, hasta las costas la de la
Antártica, aquí te mostramos unas increíbles fotografías de animales que
llaman a estos fríos lugares ‘hogar’.
1. Nadando con osos polares
Para conseguir esta fotografía, Souders pasó una hora con la osa,
permitiéndole relajarse a medida que la fotografiaba a la distancia. Una
vez que estuvo suficientemente cómoda se acercó: “muy muy cerca.
Aterradoramente cerca. No podía creer que estaba fotografiándola tan de
cerca”. Este es sólo un día más entre los animales del Ártico y de la
Antártica para Souders.
2. Cazando con leopardos marinos
Esta foto fue tomada en un viaje de 5 semanas que Souders hizo a la
Antártica en conjunto con un pequeño grupo de fotógrafos
conservacionistas y de vida salvaje. También pasó tiempo con un leopardo
marino y observó tan de cerca sus esfuerzos para cazar, que
prácticamente fue parte de ellos.
“Nunca decidí ser un fotógrafo de naturaleza. De hecho, comencé mi
educación en fotografía con sueños de gloria periodística”, dice Souders
cuando le preguntan sobre qué lo inspira a fotografiar vida salvaje y
continúa:
“En el camino, conseguí un trabajo en el Anchorage Daily News en
Alaska. Había crecido en la costa este y fue un cambio radical para mí.
Había alces en mi patio y águilas cuando manejaba para ir al trabajo.
Pasé menos tiempo escuchando los reportes policiales y más horas
escalando las montañas que rodean la ciudad, y me enamoré con la idea de
capturar todo lo que encontré ahí. Dejé mi trabajo luego de 5 años y
desde entonces he dedicado la mayor parte de mis esfuerzos de los
últimos 15 años a fotografiar las áreas silvestres que aún existen”.
3. El pasatiempo de un pingüino
Souders ocupa herramientas como la cámara estándar en un trípode,
hasta cámaras que se accionan con controles remotos o cámaras en
cometas. Cualquier cosa que le ayude a conseguir el ángulo exacto para
conseguir una fotografía sorprendente. Ángulos únicos que cuentan
historias, como la transición de los pingüinos desde un pájaro que se
balancea de forma extraña hasta convertirse en un nadador rápido.
4. Las belugas desde abajo
Las ballenas belugas que se ven en esta impactante imagen, pertenecen
a una de las muchas especies con las que Souders ha pasado tiempo
nadando en las frías aguas del ártico.
5. Oso polar escondiéndose bajo el agua
Esta imagen fue tomaba en la parte occidental de Hudson Bay, cerca de
la ciudad de Churchill. “Mi fotografía favorita de todo el viaje fue
una que ni siquiera ví. Cuando la oso polar nadó bajo una de las piezas
de hielo, se escondió allí por algunos momentos. Luego volvió a la
superficie para respirar y mirar alrededor y se volvió a sumergir.
Estaba lo suficientemente cerca como para poner la cámara en la parte
más alta del poste, justo en el borde de esta abertura. Luego comencé a
sacar fotos. Me pareció que era una fotografía increíble cuando volvió a
sacar la cabeza a menos de 3 pies de la cámara. No fue sino hasta una
semana después, cuando iba en tren desde Churchill a Winnipeg que
finalmente tuve tiempo para mirar las fotografías digitales una por una.
Ahí pude ver la fotografía de esta osa escondiéndose bajo el agua,
mirando a la cámara. Al menos para mí, esta es una imagen mágica.
6. El paso de un glaciar
Souders comenta: “He fotografiado la marea de Alaska y sus glaciares
alpinos desde 1989 y he visto cambios increíbles. Cuando recién me mudé
aquí, me encantaban los glaciares. Para un niño que creció en
Pensilvania, era un mundo completamente distinto, con estos ríos
movedizos de hielo. Aún así, están desapareciendo ante nuestros ojos. Ni
siquiera había desempacado cuando decidí conducir 60 millas hacia el
sur dirigiéndome al glaciar Portage en la mitad del invierno. Luego
escalé 3 millas a lo largo del lago congelado sólo para mirar el
glaciar. El glaciar ha retrocedido millas, alejándose del lago y dejando
sólo un pequeño vestigio que se apega a las pendientes de las
montañas.”
7. Jugando en el agua con las Morsas
No sólo se necesita tener habilidades, sino que también comprender a
los animales con los que uno trabaja para poder meterse al agua con
criaturas tan peligrosas como las morsas y conseguir una fotografía tan
íntima de una madre con su cría.
8. Hasta los huesos
Los osos polares han sido uno de los focos del trabajo ártico de
Souder y los ha fotografiado a través de Canadá y el archipiélago
Svalbard. El uso de cámaras remotas es una de las formas que utiliza
para mantenerse a una distancia prudente de los peligrosos osos y tomar
fotografías cercanas al mismo tiempo.
9. Acurrucándose con crías de pingüino emperador
Estos fríos climas son difíciles, pero se hacen más fáciles de
soportar con recompensas tales como pasar tiempo con adorables crías de
pingüino. Estas peludas y tiernas criaturas pueden entibiarle el corazón
a cualquier fotógrafo.
10. A través de la abertura
Estar cerca de vida salvaje peligrosa es parte de un día de trabajo
en la vida de Souders. Aunque intenta darle a sus sujetos el espacio que
necesiten para realizar sus actividades normales, a veces no puede
evitar ser el objeto de sus atenciones, tal como muestra esta increíble
fotografía.
11. Flotando
Souders comenta lo siguiente sobre los osos polares: “Hay algo mágico
en pasar tiempo con los depredadores más grandes y fuertes que se
pueden encontrar. No lo digo en el contexto de macho o de ser rudo, eso
sí. Encuentro que es una experiencia que te enseña humildad y es un
honor increíble para mí estar en presencia de estos animales; poder
estar en un ambiente salvaje, enfrentarme a las dificultades físicas y
técnicas de encontrarlos en su propio medio ambiente e intentar
fotografiarlos y capturar su esencia”.
12. Los senderos de los glaciares
Mirar los senderos de los glaciares es una de las cosas que le gusta
hacer a Souders y que ha hecho desde que se mudó a Alaska, cuando recién
comenzaba su carrera, hace 26 años. “Recorrí más de 11.000 millas a
través de Canadá y Alaska en menos de 3 semanas, y mi pequeño Honda de
dos asientos nunca más fue el mismo. Y si estamos hablando de eso, yo
también cambié. En cuestión de un par de años me desarraigué de mi vida
de ciudad y mis prospectos de una carrera en decadencia y me mudé a
Alaska. Incluso luego de mudarme a Seattle para estar más cerca de mis
clientes y conseguir conexiones más fácilmente, viajo a Alaska todos los
años.
13. Volando en el agua
“Para bien o para mal, prefiero viajar y trabajar solo cada vez que
puedo. Al viajar en grupo, las experiencias usualmente son del grupo.
Viajar solo me permite centrar toda mi atención en el destino, en mis
sujetos y en el ambiente en el cual me encuentro viajando. Me encantan
las dificultades físicas y técnicas que aparecen al hacerlo a mi manera.
Todos pueden ir con sus abuelas a la Antártica en un crucero, ¿pero
cuánta gente logra bucear con pingüinos?”
14. El arte de los polos
“Me encantaría que las personas comprendieran y apreciaran el hecho
que vivimos en un mundo mágico, que es posible ver y experimentar el
mundo natural en nuestras vidas; que toda la vida salvaje que crecimos
viendo en la televisión se encuentra en el mundo real y es
extremadamente genial poder verlo en persona, con tus propios ojos”,
dice Souders al preguntarle con qué impresión le gustaría que las
personas quedaran luego de ver sus fotografías.
Original
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